En la Iglesia Rusa existe gran inquietud ante los hechos que ocurren en el continente africano. La “primavera árabe” ha repercutido gravemente en la situación de los cristianos nacionales, apuntaba el Primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa: 

–Cada hora es asesinado un cristiano en el mundo. Esta es una estadística horripilante. Son asesinados a raíz de las asonadas políticas, de la crispación de la lucha entre las religiones. Los asesinan porque la palabra de Cristo amarga a más de alguien, y lanza un desafío al abrumador estado moral en el mundo. Hoy rezamos por todos los cristianos de África, sobre todo del Norte, donde hoy se derrama sangre inocente. Pero, también en los países de África Central, en particular en Nigeria, los cristianos son masacrados en aldeas enteras sólo por el hecho que, a más de alguien, la presencia de la prédica cristiana le parece peligrosa. 

Para el Patriarca Teodoro II, de Alejandría y de toda África, esta es ya su cuarta visita a Moscú en los ocho años de su primado. La presente visita a nuestra capital la realizó en la víspera de su viaje apostólico por catorce países de África. Para mí es de suma importancia el respaldo de la Iglesia Ortodoxa Rusa en la misión que emprendo, destacó el patriarca Teodoro II: 

–Valoro altamente y respeto la ortodoxia rusa. En todos mis viajes misioneros recuerdo aquellos diez años de mi vida cuando como representante del patriarcado de Alejandría estuve destacado en Odessa, donde trabajaba hombro con hombro con mis colegas de la Iglesia Ortodoxa Rusa. No es la primera vez que patriarcas de Alejandría se empeñan en salvar al cristianismo en África, y siempre han recabado la ayuda de la Santa Rusia, expresó Teodoro II. 

Ambos Patriarcas aseveran que, un método eficaz de hoy para preservar y robustecer el instituto del cristianismo en África será no sólo el desarrollo de las relaciones de amistad entre los patriarcados de Moscú y de Alejandría, sino también el apoyo a las hospederías de ambas iglesias, tanto en el territorio del continente africano, como en los territorios canónicos de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Y es que esas representaciones constituyen símbolos de aquel vínculo vivo que existe entre las dos iglesias ortodoxas y hacen un aporte enorme a la vida de la Iglesia de los cristianos no sólo de Rusia y de África, sino también de todo el mundo.

La Voz de Rusia