- Esta exposición muestra la actividad diversa del Primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Además, muestra toda la prehistoria de su actual servicio religioso. El Patriarca Kirill recorrió un camino vasto, extraordinario y notable. Las fotografías reflejan tan solo una parte de este enorme camino y experiencia que acumuló siendo un discípulo del metropolitano Nicodima, siendo estudiante y, más tarde, Rector de la Academia Conciliar de Leningrado, representante de la Iglesia Ortodoxa rusa en Ginebra, arzobispo de las diócesis de Smolensk y Kaliningrado. Cerca de 20 años fue presidente del departamento relaciones exteriores de la Iglesia.
El Patriarca Kirill de Moscú y de Toda Rusia, de nombre de pila Vladimir Gundiaiev, nació en Leningrado en 1946. La vida religiosa del futuro primado de la Iglesia Ortodoxa rusa fue determinada en buena medida por su abuelo y su padre, los que fueron víctimas de persecuciones por su creencia religiosa: ambos fueron arrojados a campos de trabajos forzados por el gobierno ateo de la URSS. Vladimir Gundiaiev tomó los hábitos en 1969, con el nombre monacal de Kirill, que eligió en homenaje de los hermanos civilizadores de los eslavos, Kirill y Metodio. Y treinta años más tarde, un 26 de enero de 2009 fue elegido en un Concilio nacional en Moscú, por mayoría de votos, para el sillón patriarcal de la Iglesia Ortodoxa rusa. Aquello marcó un nuevo período de la vida religiosa no solo de Rusia, afirma el metropolitano Hilarión.
- El Patriarca dedica enorme atención personal a todos los aspectos de la existencia de nuestra Iglesia tanto en Rusia como en otros Estados que integran el territorio canónico de la ortodoxia rusa. El patriarca viaja mucho por Rusia y sus observaciones personales justamente de la vida de las eparquías, incluso las apartadas, se explican por su deseo de crear nuevas diócesis, de aproximar los obispos a su grey y de ampliar su influencia misionera de la Iglesia Ortodoxa rusa. Kirill presta también atención a los países colindantes. Gracias a ello, en todo el espacio postsoviético está renaciendo la vida religiosa.
No obstante que, por lo general los jerarcas de la iglesia no festejan los cumpleaños corrientes y los magnos aniversarios, para esta fecha redonda del Patriarca Kirill viajaron a Moscú los pontífices de unas cuantas iglesias ortodoxas nacionales del mundo que felicitaron personalmente al homenajeado en nombre de sus fieles. Las liturgias solemnes por la salud del Primado de la Iglesia Ortodoxa rusa se celebraron en los templos de todos los países.
En el año del 65 cumpleaños del Primado de la Iglesia Ortodoxa rusa, en distintos países de Europa se presenta la exposición “De la Tierra al Cielo” dedicada a un gran santo ruso del siglo XX, a San Serafim de Vuiritza. La exposición estuvo ya en la R. Checa, Eslovaquia, Hungría y Austria y constituye también una suerte de regalo a Kirill. La familia del Primado conoció personalmente a San Serafim. Casi inmediatamente después de la elección como Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Su santidad ofició una liturgia divina en el templo de la aldea de Vuiritza, donde en sus días viviera San Serafim, a 60 kilómetros de Petersburgo. “Siempre recé, en los minutos difíciles, por San Serafim de Vuiritza y sé que me escuchaba y me ayudaba”, confiesa el Patriarca Kirill.