Según datos más aproximados, cerca de dos millones de personas han inclinado ya la cabeza ante la cosa sagrada. El cinturón es considerado milagroso: las personas que rezan ante el mismo se recuperan de diversos achaques y a las mujeres estériles este regala el milagro de la maternidad. “No hemos esperado que tanta gente quisiera ver la sagrada prenda del monte Atos”, confesó Vladimir Yakunin, presidente del Concejo Patrocinador de la Fundación San Andrés el Primer Llamado.
- Hemos sido testigos de una gran peregrinación en San Petersburgo, Ekaterimburgo, Vladivostok, Ussuriysk, Tiumén y en otras ciudades de Rusia. Esto puede decirse no sólo de los creyentes sino de la gente en general. En San Petersburgo, por ejemplo, en el último día de la exhibición del cinturón se llevó ante él a una mujer musulmana de un hospicio. Ella rogó que se la llevara al templo en el que se encontraba la cosa sagrada. Todo esto testimonia que las personas aspiran al resurgimiento espiritual y a la confianza en lo mejor.
Existen muchas versiones de cómo fue hallado el cinturón que la Virgen María había tejido de lana de camello. Según una de estas, la Virgen María, poco antes de su dormición, lo entregó a dos viudas de Jerusalén. Otra Leyenda reza que la madre de Jesucristo, ya después del óbito, durante la Ascensión, regaló el cinturón al Apóstol Tomás. Sea como sea, durante varios siglos la sagrada prenda se guardó cuidadosamente en la Palestina de entonces. Tan solo para finales del siglo IV fue trasladado a Constantinopla (hoy Estambul).El cinturón reiteradamente fue dividida en pedazos y hasta nuestros días han llegado tan solo tres partes del mismo. Una de ella se guarda en la iglesia de la Virgen María de Blanquerna en Zugdidi, Georgia, la segunda en la Catedral de la ciudad de Prato, Italia. La tercera fue entregada a finales del siglo XIV por el príncipe serbio Lázar Hrebeljanovic a los monjes del monasterio de Vatopedi del monte Atos. Este monte sagrado es adorado en todo el mundo ortodoxo y es considerado uno de lugares que se encuentran bajo la protección de la Virgen María. Desde entonces el cinturón nunca ha abandonado el monasterio de Atos, a pesar de que los representantes de muchos países rogaban que se les permitiera mostrar la sagrada prenda a los fieles. Tan solo para Rusia se ha hecho una excepción. El cinturón de la Virgen María no es la única cosa sagrada que la Fundación San Andrés ha traído al país. Con anterioridad, los fieles rusos pudieron ver las reliquias de San Andrés, del Apóstol Lucas, de San Juan Bautista, de la Gran Princesa Elizaveta Fiódorovna y de Santa Bárbara, cuenta Vladimir Yakunin.
- Tenemos en alto la confianza que se nos ha dado ahora y que se nos daba antes. Hubo un caso en que traíamos las reliquias de la Princesa Elizaveta Fiódorovna y de la Santa Bárbara y se me exigió tan solo garantía personal de que no pasara nada con las reliquias y que ellas fueran devueltas en fecha. Di tal garantía y esto produjo una gran impresión. He visitado el monte Atos en 5 ocasiones y en los últimos 6 o 7 años veo una dinámica positiva en la postura hacia Rusia. Nos respetan mucho y esperan que la Rusia ortodoxa sostenga relaciones con Atos y con sus monjes y defienda las históricas tradiciones ortodoxas.
En la capital de Rusia el cinturón de la Virgen María estará hasta el 27 de noviembre. Durante todo este tiempo se guardará en la Catedral de Cristo Redentor, el principal templo del país. Los fieles podrán verlo de día y de noche.