En la ribera elevada del Desna se elevan los muros de piedra blanca del Monasterio de Svensk. A la distancia el claustro parece ser bastante próspero, sin embargo, luego de cruzar sus puertas se ofrece un espectáculo que duele el corazón. En el centro mismo del pequeño territorio del monasterio reposan las ruinas de la catedral de la Epifanía, deflagrada por los comunistas en 1930. Allí justamente, sobre esas ruinas, el Patriarca ofició una ceremonia religiosa. No obstante el viento y la lluvia, millares de personas acudieron para participar en la liturgia divina. La inclemencia del tiempo fue una señal para todos de que la naturaleza misma llora ante la crueldad de los seres, manifestó el Patriarca Kirill a los creyentes:
- Hoy sería inadecuado un sol abrasador. Debemos tomar con dolor estas ruinas. En sus días, siendo aún metropolitano de Smolensk, rezaban sobre estas ruinas pidieron al Altísimo la resurrección de esta templo. Para que las futuras generaciones de ortodoxos erigieran templos a Dios en memoria de la grandeza y de la gloria de sus antepasados, y como arrepentimiento por los pecados de sus padres.
La historia de este monasterio data del siglo XIII. Según la tradición, en estas tierras se apareció un icono de la Santísima Virgen, que curó de la ceguera al beato príncipe Roman Mijailovich Chernigov. En gratitud por ese milagro el príncipe fundó el monasterio, consagrándola al icono de Nuestra Señora de Sviensk. Desde antaño que era considerado un bastión de la espiritualidad ortodoxa y de la cultura, no solo en las tierras de Briansk, sino también en los territorios colindantes. El templo fue también una suerte de fortín que defendía a los monjes y a los laicos de las incursiones de los ocupantes.
Siempre era considerada honorífica la peregrinación hasta ese monasterio, y muchos creyentes estimaban su deber visitar, aunque fuera una vez en la vida, el Monasterio de Svensk. Sin embargo, la Revolución de 1917 interrumpió la vida religiosa del claustro por muchos años. El monasterio fue totalmente derrumbado y muchas construcciones voladas por los aires. Se salvaron solo dos frontispicios del templo. Es verdad que se logró salvar la reliquia principal: el ícono milagroso de Nuestra Señora de Svensk, el que fue entregado a la Pinacoteca Tretyakov, donde se guarda hasta el día de hoy.
El segundo resurgimiento del convento se conoció solo a principios de la década del 90 del siglo pasado, cuando se reanudó allí la vida monacal. En 20 años, los monjes lograron hacer mucho: fue reconstruida la casa en la que gustaba hospedarse el emperador ruso Pedro el Grande; fue construido el bloque del claustro y la torre del campanario y se está terminando la construcción del comedor. Está en marcha la reconstrucción del totalmente destruido templo de Antonio y Fedosia de Pechorski, y fueron casi del todo restablecidos los muros del monasterio. Una gran ayuda en la reconstrucción del monasterio brindan a los clérigos la administración urbana y provincial de Briansk.
El monasterio de Svensk, al igual que toda la Santa Rus era fuente de la mas rica tradición ortodoxa, la que constituía el cimiento de los pueblos de Rusia, de Ucrania y de Bielorrusia. Al restablecer el monasterio restablecemos también la unidad religiosa y cultural, considera el Patriarca Kirill.
- Tenemos fe de que nunca en el espacio histórico de la Santa Rusia haya pendencias intestinas, conflictos y divisiones. Los pueblos hermanos que viven actualmente en los Estados soberanos siempre han sido conscientes de la raíz común, del fundamento común de su vida histórica, en la que el torrente energético principal, la fuerza motriz es la fe ortodoxa. Entonces conservaremos nuestra unidad religiosa y cultural, conservaremos la unidad de nuestra Iglesia, subrayó el Patriarca.
El primado ortodoxo reveló también allí su sueño mas dorado, y que consiste en que, después del restablecimiento pleno del monasterio vuelva hasta él la imagen religiosa milagrosa de Nuestra Señora de Sviensk, para que, de nuevo, con su presencia resguarde al clero y a los hermanos del monasterio, como lo hiciera a lo largo de siglos.