En un texto publicado en la página web de la Asociación Cultural turca de Austria, se acusa a Lego de que el juguete "Palacio de Jabba", es un "plagio a escala 1-1 de Santa Sofía en Estambul o de la mezquita de Jami al-Kabir en Beirut y de un minarete".
En su crítica se asegura que una de las figuras que aparece en la torre, un guerrero alienígena armado, podría asociarse con unmuecín.
La asociación turca llega a decir que el modelo no sólo puede identificarse con una mezquita, sino también con el Panteón de Roma, un templo budista o una iglesia católica.
"Es evidente que la figura del feo y malvado Jabba y todo el escenario sirven como prejuicios racistas y malintencionadas atribuciones contra los asiáticos y los orientales como caracteres pérfidos y criminales", llega a decir la asociación.
En su escrito, este colectivo llega aamenazar con tomar medidas legalescontra la empresa juguetera amparado en la legislación alemana y austríaca que regula los ataques religiosos o racistas.
Un portavoz de Lego declaró que la empresa "no produce ningún producto que reproduzca o se refiera a la religión en general".
En una nota de prensa, la empresa danesa lamenta que el "producto haya causado que miembros de la comunidad cultural turca lo hayan interpretado erróneamente".
Además, insiste en que sus juguetes de Star Wars no reproducen ningún edificio o personaje real y sólo tratan de representar con la máxima fidelidad posible el contenido ficticio de la famosa saga de películas.
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