La película incita al odio interétnico e interconfesional, dijo, pero “los musulmanes no deben prestar atención a semejantes provocaciones”.
"El islam y el profeta Mahoma no llaman a la violencia y la agresión. El islam no llama a los fieles a atacar a personas inocentes, diplomáticos o a protestar. El islam no lo considera elogiable sino al contrario, lo prohíbe”, señaló Abbiasov al añadir que la comunidad musulmana internacional debe rechazar a la violencia y expresar su indignación directamente a los creadores de la película.
El portavoz del Centro Coordinador de Musulmanes del Cáucaso del Norte, el muftí Shafig Pshijachov, también apoya la iniciativa de la Fiscalía argumentando que “todo lo que incita al odio interreligioso debe ser prohibido” y “no pasará nada malo si los musulmanes y otros ciudadanos de Rusia no ven la película”.
El representante de la Iglesia Ortodoxa Rusa, arcipreste Gueorgui Roschin, también opina que se debe restringir acceso a “La inocencia de los musulmanes” en Rusia.
“Ante la oleada (de protestas) que provocó la película entre los musulmanes, se podría restringir el acceso a la misma en Rusia”, dijo al añadir que la prohibición de cualquier tipo de materiales es un asunto “muy complicado” ya que roza con la censura, uno de los problemas más sensibles en cualquier sociedad democrática.
Al mismo tiempo advirtió que será muy difícil cortar la propagación de la película en la red porque mucho depende de si los usuarios son lo suficientemente responsables para no compartir el video en las redes sociales.
“Se habla mucho sobre la libertad de expresión y la palabra, y no tanto sobre la responsabilidad en caso de que la libertad de expresión cruce la línea de lo admisible y ofenda los sentimientos del otro”, dijo.
Los fragmentos de la película estadounidense “La inocencia de los musulmanes” publicados en Internet provocaron la semana pasada una oleada de indignación y protestas en varios países del mundo islámico, entre ellos Egipto, Yemen, Sudán, Túnez, Bangladés, Afganistán y Pakistán, donde la víspera dos personas murieron y una decena resultaron heridas en las manifestaciones antiamericanas que estallaron en varias ciudades del país.
Esta mañana, al menos diez personas, incluidos ocho extranjeros, perdieron la vida en Kabul al dinamitarse una kamikaze en su coche en protesta contra el filme.
El martes pasado, el 11º aniversario del 11-S, un grupo de radicales asaltó el consulado de EEUU en Bengasi, Libia, en protesta por la película. En el ataque murieron el embajador de EEUU en el país árabe, Christopher Stevens, y otros tres empleados de la misión diplomática.
Ante la oleada de protestas, EEUU inició la retirada del personal prescindible y los familiares de los diplomáticos de sus embajadas en Túnez y Sudán y reforzó la seguridad de sus legaciones en los países donde se celebran las manifestaciones por la película a menudo dirigidas contra las embajadas estadounidenses.
Por su parte, Google rechazó la petición de la Casa Blanca de eliminar la película de los servidores de su servicio YouTube argumentando que no viola las condiciones de uso.