El edificio será así rehabilitado por la comunidad ortodoxa, que dedicará una parte al monasterio y otra a residencia sacerdotal de verano para clérigos ortodoxos. El convenio prevé la posibilidad de que esta residencia pueda ser utilizada también por sacerdotes católicos, especialmente los de la diócesis de Lleida y laicos.
El Seminario de Verano de Riupedrós, nombre que toma de la cercana ermita de la Virgen de Riupedrós, cerca del río Noguera Ribagorçana, en desuso y abandonado desde hace seis años, fue levantado por el obispo Aurelio del Pino Gómez en 1960, para que los seminaristas y también los sacerdotes diocesanos puedan pasar unos días de verano y descanso: «Rodeado de montañas altas, con abundancia de pinares y de aguas frescas y saludables. Un clima muy sano, ni excesivamente fresco ni caluroso.» El Seminario de Verano de Vilaller, a pesar de continuar con su función de residencia sacerdotal de verano, también fue utilizado y durante muchos años como colonia de verano del Colegio Episcopal y de la Fundación Virgen Blanca.
En una nota de prensa hecha pública por el obispado de Lleida a propósito de esta cesión, se dice que la confesión cristiana ortodoxa es la mayoritaria en Rumanía y que tiene una amplia presencia en Lleida. Ciertamente es así, ya que según datos oficiales son unos 4.000 los rumanos ortodoxos que hay en la provincia de Lleida, una buena parte de éstos reside en la propia capital, donde también hay una importante presencia de rumanos católicos. Ambas comunidades comparten dos iglesias de la misma Unidad Pastoral, por un lado, los rumanos católicos celebran la Eucaristía en la céntrica iglesia de San Juan y, por otra, los rumanos ortodoxos ofician su liturgia propia en la parroquia Virgen del Carmen, utilizando los locales parroquiales donde el sacerdote ortodoxo, el P. Daniel Simón, artífice de este convenio, preside las celebraciones y realiza su labor pastoral y de acompañamiento de los fieles ortodoxos.
A este convenio de cesión del Seminario de Vilaller seguirá también otra acción que evidencia las buenas relaciones actuales existentes entre la diócesis de Lleida y la Iglesia ortodoxa rumana presente en tierras leridanas. Se trata de la posibilidad de que a partir del próximo mes de mayo, los ortodoxos rumanos dejen la parroquia del Carmen, donde el espacio de culto que tienen a su disposición ha quedado pequeño, para trasladarse a las dependencias de la parroquia de la Sagrada Familia, en el barrio de Cappont de Lleida, más amplias y espaciosas. Su Consejo Pastoral ha acogido positivamente la propuesta del obispado, aunque tendrán que mirar cómo distribuyen los espacios parroquiales que compartirán en breve con la comunidad ortodoxa, que sigue con su actividad religiosa en la parroquia del Carmen, si bien la celebración de la Pascua ortodoxa se hizo este año en la iglesia de San Juan, para permitir que quepan todos los fieles en su liturgia pascual, muy solemne y también larga.