Los orígenes de esta fiesta guardan íntima relación con el homenaje a los santos hermanos Cirilo y Metodio de la ciudad griega de Salónica, creadores de la escritura eslava, que fueron los primeros en traducir la Sagrada Escritura, razón por la que la Iglesia Ortodoxa Rusa organiza parte de las actividades festivas.
El Patriarca de Moscú y de toda Rusia Kirill ofició una misa en la Catedral de la Asunción del Kremlin de Moscú y encabezó una procesión con el antiguo icono de Nuestra Señora del convento Iverski, que recientemente ha sido devuelto a la Iglesia.
El Presidente de Rusia Vladímir Putin remitió un saludo al Patriarca Kirill con motivo de su día onomástico. El Presidente señaló: “Sus infatigables esfuerzos le han ganado un alto prestigio en Rusia y en el exterior. Bajo su dirección la Iglesia Ortodoxa Rusa ejerce una gran influencia en el estado moral y el desarrollo de nuestra sociedad. Junto con el Estado, ella cumple una trascendente misión civilizadora y social”. Junto a la muralla del Kremlin se ofreció un gran concierto de gala.