Un manifiesto adoptado por decenas de activistas durante el fin de semana señaló que los laicos predicarán, consagrarán y darán la comunión en las parroquias sin sacerdotes, dijo Hans Peter Hurka, responsable del grupo Somos Iglesia.
"La ley de la Iglesia lo prohíbe. La pregunta es, ¿puede la ley de la Iglesia prevalecer sobre la Biblia? Somos de la opinión, basándonos en las conclusiones del Concilio Vaticano II, que esto (la prohibición) no es posible", dijo el lunes.
La Iglesia católica sólo permite que sacerdotes ordenados presidan la misa. Hurka dijo que los disidentes llevaban tiempo planeando el encuentro, pero que estaban encantados de que se produjera justo antes de una sesión ordinaria de cuatro días de la conferencia de los obispos, que comenzó hoy.
Dijo que quería que los obispos, liderados por el cardenal de Viena, Christoph Schoenborn, respondieran al documento, el último en una serie de desafíos planteados por reformistas católicos de a pie en Austria.
"Básicamente lo esperamos porque las demandas de reforma no son especialmente nuevas", declaró. Los obispos recibieron una copia del manifiesto el sábado, añadió.
Los obispos planeaban discutir iniciativas y reformas propuestas que se han planteado, según su web, aunque el principal tema de la sesión era preparar las elecciones para consejos parroquiales previstas en marzo.
Schoenborn, un ex estudiante y amigo cercano del papa Benedicto XVI, ha descartado cambios de gran alcance demandados por sacerdotes disidentes liderados por su ex número dos, el padre Helmut Schueller.
Considerado un posible futuro Papa, el cardenal ha dicho que no llevaría a su diócesis a romper con el Vaticano permitiendo al clero desobedecer normas de la Iglesia después de que un grupo de sacerdotes emitieran un "Llamamiento a la Desobediencia" para intentar presionar por las reformas.
El grupo, que dice representar a alrededor de un 10 por ciento del clero austríaco, ha desafiado a la Iglesia adoctrinando sobre temas tabú como el celibato sacerdotal y la ordenación de mujeres.
Los sacerdotes disidentes, que tienen un amplio respaldo público en los sondeos de opinión, también dicen que romperán las normas de la Iglesia dando la comunión a protestantes y casando de nuevo a católicos divorciados.
Católicos austríacos reformistas han desafiado durante décadas las políticas conservadoras de Benedicto XVI y su predecesor Juan Pablo II, creando movimientos de protesta y abogando por cambios que el Vaticano se niega a realizar.
Grupos reformistas católicos en Alemania, Irlanda y Estados Unidos han realizado demandas similares.
87.000 austriacos abandonaron la Iglesia en 2010, muchos en reacción a los escándalos de abusos sexuales .