-Arquitectos, historiadores del arte y otros especialistas que se ocupan hoy del complejo trabajo de restauración del monasterio no dejan seguramente de admirarse cómo, sin poseer conocimientos científicos, sin contar con instrumentos ni materiales pudo haber sido construida en 26 años esta belleza celestial.
La historia del monasterio data del siglo XVII, cuando dentro del espíritu de la ideología de Moscú, como la tercera Roma, que predominaba entonces, se decidió construir, a 40 kilómetros de la capital, la Palestina Rusa. El monasterio fue bautizado desde la fundación misma con el nombre de Nuevo Jerusalén, y los territorios contiguos llevaban también nombres de lugares bíblicos. Por ejemplo, la colina en la que se erigió la catedral de de la Resurrección, es casi una copia exacta del templo de Jerusalén del Santo Sepulcro, se llamaba Sion, y un tramo del río Istra, junto al que fue construido el Monasterio, llevaba el nombre de Jordán, y el conjunto del parque que se extendía al otro lado del portalón se denominaba ni mas ni menos que el Huerto de Getsemaní. Allí estaban también los montes de Elion y de Tabor…
La historia ha puesto mas de una vez a prueba ese monasterio. Las construcciones religiosas han sido mas de una vez destruidas y reconstruidas. En el siglo XVIII, el monasterio fue casi del todo destruido como consecuencia de un devastador incendio, en el siglo XIX vivió una página de las mas notables de su historia. Pero en el siglo XX, primero fue cerrado por el poder soviético y, después, destruido en general por los fascistas. En diciembre de 1941, como consecuencia de una explosión montada fueron destruidos el campanario, la cúpula central de la Catedral de la Resurrección, y la techumbre de la rotonda.
La segunda vida para el monasterio comienza solo en 1994, cuando todo lo que quedaba de él fue entregado a la Iglesia Ortodoxa Rusa. Sin embargo, la restauración activa de la Palestina rusa iba a comenzar solo 14 años después, cuando en 2008 viajó hasta el lugar el presidente de Rusia Dimitri Medvedev.
En el territorio del monasterio se han realizado excavaciones arqueológicas, ha sido casi del todo restaurada la iglesia y el edificio de la escuela del monasterio. Ha sido determinado el volumen de los trabajos en la catedral del monasterio y aprobado el proyecto de reconstrucción del campanario de siete pisos del siglo XVII, destruido en los años de la Gran guerra Patria. Este, al igual que otros edificios se planea reconstruir combinando distintos estilos históricos, en los que en sus días fuera construido todo el monasterio. Junto con los materiales de construcción contemporáneos se planea el empleo también de azulejos históricos, hallazgos arqueológicos, explica Serguei Kulikov, arquitecto jefe de proyectos de restauración del Ministerio de Cultura.
-Es la primera experiencia de combinación de enfoque histórico-religioso y metódico científico de restauración. Hemos encontrado la forma de restauración fragmentaria. Allí donde se han conservado fragmentos auténticos del siglo XVIII, ellos serán restablecidos. Todo lo que no ha sido verificado intelectualmente, que se basa tan solo en conjeturas y no tiene confirmación científica alguna será restablecido en la forma que llegó hasta nuestros días. Ahora, el arte mayor consiste en juntar todo esto a fin de no destruir la imagen íntegra. Este no es solo el arte de los arquitectos, sino también de las manos que allí trabajan.
El monasterio, no obstante los trabajos de reparación, de montaje y los andamios que revisten sus templos, lleva una vida espiritual intensa. Hace ya unas cuantas décadas que viven allí seis monjes, cumpliendo su misión religiosa. Su número aumentará en un futuro próximo, una vez terminada la etapa principal de la reconstrucción de la Palestina rusa, la nueva Jerusalén planea contar con nuevos monjes. Las obras de reconstrucción completa estarán terminadas en 2016. A propósito, en ese año justamente el mundo ortodoxo celebrará el 910 aniversario del momento en que el monje ruso Danilo realizó un viaje a Tierra Santa trayendo de vuelta consigo a la antigua Rus relatos sobre los lugares bíblicos de Palestina y la Llama Bendita del Templo de Jerusalén del Santo Sepulcro.