En entrevista al diario “Politika”, el Primado ha reiterado que “la Virgen de Ljaviska, perla no sólo de nuestra cultura, sino del patrimonio mundial, ha sido quemada y que se encuentra en un estado lamentable, con frescos del siglo XIII rayados y dañados”.
“Hoy día, en Djakovica, Prizren, Urosevac o Pec, la cual fue símbolo de la cultura serbia con su Patriarcado, no quedan más que unos cuantos serbios ya muy ancianos, que no se atreven a salir de sus casas y patios. En el norte de la Provincia los serbios luchan, y confío que van a conseguir algún tipo de independencia, pero, esa es tan sólo una parte pequeña y simbólica de Kosovo y Metohia”, dice él. Indicando que nunca ha estado a favor de la división de Kosovo, el Patriarca Irineo dijo que hay que hacer mucho más a fin de que Kosovo sea íntegramente parte de Serbia.