El lugar elegido es la City londinense, entre los tantos monumentos erigidos en nombre del "dios dinero". Según De Botton, es precisamente aquí donde el hombre demuestra haber perdido el sentido de la mesura.
La idea es más que una idea: es una propuesta concreta. De Botton dice haber reunido ya medio millón de libras de un grupo de anónimos constructores, y ahora lanzó una suscripción pública.
Sin embargo, la iniciativa se choca con la dura oposición delos ateos británicos "propiamente dichos", como Richard Dawkins, el autor del best-seller "La ilusión de Dios".
"Los ateos no necesitan templos", afirmó. "Hay modos mejores de gastar esta cantidad de dinero. Se podría por ejemplo mejorarla instrucción laica o construir escuelas no religiosas donde seenseñe a razonar de manera crítica".
Por supuesto De Botton no lo ve así.
"Los templos, habitualmente, son erigidos para Jesús, la Virgen María o Buda", explicó a la prensa británica. "Pero en realidad se puede construir un templo en homenaje a cualquier fuerza buena y positiva como el amor, la amistad, la quietud. Debido a Dawkins y Christopher Hitchens el ateísmo fue visto como un elemento destructivo, pero la verdad es que el mundo está lleno de personas que no creen, y sin embargo no son hostiles frente a la religión", agregó.
Más aún, la intención de De Botton es precisamente tomar "prestado" el efecto "desaliento" que está en la base de todas las religiones para ayudar a la gente a recuperar una justa perspectiva en la vida de todos los días.
Así, la sensación que deberían tener los no creyentes alentrar en el "Templo de la Vida" sería semejante a "aventurarse discretamente en la catedral de Ely".
Es decir, "uno debería sentirse pequeño pero no de modo intimidatorio". El proyecto para llegar al objetivo ya estálisto: una torre de 46 metros de altura, sin techo, y por lotanto expuesta a los elementos.
En su interior, cada centímetro representará un plazo de tiempo de un millón de años, y una banda de oro indicará qué exiguo es el tiempo pasado por el hombre sobre la Tierra, en confrontación con el Todo.
Las paredes externas, en cambio, serán decoradas con uncódigo binario que corresponde al genoma humano.
Entre los religiosos, la propuesta de De Botton suscitó reacciones mixtas. Para Katherine Rumes, de la iglesia de St. Giles en el barrio de Barbican - el área de la City donde es probable que se levante el templo - el "desaliento" no es base suficiente: "También hace falta un sentimiento de pertenencia y de sentirse reconfortado".
El reverendo George Pitcher, también anglicano y ex consultordel arzobispo de Canterbury, se dijo en cambio entusiasta: "Construir un monumento reconoce el hecho de que somos solo polvo. Que se llegue a esta conclusión a través de un razonamiento laico o gracias a una narrativa religiosa no cambia nada. Se trata del mismo punto de partida".