Alarcón, conocedor del griego y el hebreo, pidió al cabildo catedralicio los permisos oportunos para que varios expertos en fotografía e informática tomaran las mejores imágenes que hasta ahora se han podido hacer del interior del sepulcro compostelano.
El nombre 'Jacob' figura entrelazado con la palabra griega 'mártyr' (literalmente, 'testigo'). El rótulo objeto de este nuevo estudio fue descubierto en 1988 en la tumba de Atanasio, aledaña a la de Santiago, por el profesor Isidoro Millán. Atanasio fue uno de los discípulos de Santiago Apóstol que trajo sus restos a Galicia desde Jerusalén.
Según Alarcón, las nuevas imágenes corroboran que la piedra contiene está llena de inscripciones. Además de numerosas "alfa" y omega" (referentes a Cristo), hay un crismón (símbolo cristiano), una lengua de fuego y la palabra Shavu'ot (Pentecostés). "Cristo encargó a sus apóstoles que sólo después de Pentecostés podrían salir de Jerusalén y ser sus testigos hasta 'el fin de la Tierra' ('Finis Terrae')", explica el investigador.
El hallazgo refuerza la tradición de que en el sepulcro de Compostela se encuentran los restos del apóstol Santiago, así como su predicación años antes en el Finisterre.
Alarcón señala que "los indicios internos, sin ser definitivos, apuntan hacia Santiago el Mayor como el testigo de Cristo conmemorado en la inscripción.