El Vaticano ha puesto en circulación abierta, por primera vez, su moneda en euros y desde hace varios días son muchas las personas que han visto como en las tiendas del pequeño estado le han dado el cambio con euros que tiene acuñada la esfinge del Papa.
El Vaticano pasó de la lira al euro en enero de 2002. La moneda vaticana tiene una cara común como la de todos los países de la UE que han adoptado la moneda única. En la otra la otra está la efigie, de perfil, del Papa del momento, primero Juan Pablo II y actualmente Benedicto XVI.
Al igual que en los otros países de la UE, los euros vaticanos son ocho monedas, una de dos euros, otra de euro y las de uno, dos, cinco, diez, veinte y cincuenta céntimos.
Aunque son monedas de curso legal, hasta ahora era muy difícil verlas en circulación, ya que los varios miles de piezas acuñadas acaban prácticamente en su totalidad en manos de coleccionistas, que pagaban una cantidad superior por el estuche que incluía las ocho monedas.
Permiso para acuñar más
En diciembre de 2009, la UE dio permiso al Vaticano para ampliar el número de euros acuñados, hasta un total de 2.300.000 euros anuales, pero le exigió que el 51% de las monedas se pusieran en circulación a su valor nominal, aunque le autorizó a seguir vendiendo del porcentaje restante a los coleccionistas.
De momento, las únicas monedas que se ven son las de 50 céntimos y algunas de un euro, que se pueden obtener en el supermercado, farmacia vaticana, gasolinera vaticana, Museos Vaticanos y en alguna tienda de los alrededores del Vaticano.
Según fuentes vaticanas, para que los coleccionistas no pierdan el interés, sólo se distribuyen para circulación las de cincuenta céntimos y con un máximo de dos a cliente. No obstante, también se están viendo monedas de un euro con la imagen de Benedicto XVI.
El Vaticano y su dinero
El Estado Vaticano, el más pequeño del mundo, acuña
moneda propia desde su creación en 1929. Tras
los Acuerdos de Latran, entró indirectamente en la zona euro a la vez que los
primeros doce países, gracias a unos acuerdos firmados con Italia. Las monedas
con la imagen del entonces papa Juan Pablo II se pusieron en circulación el 1
de marzo de 2002, lo que provocó una verdadera avalancha de coleccionistas.
En un principio, El Vaticano fue autorizado a acuñar moneda por un valor anual
de 670.000 euros.
En base a un acuerdo con Italia es el estado italiano quien le fabrica las monedas del Vaticano, que siempre ha apoyado a la moneda única, afirmando que es un paso más en la construcción europea. El Vaticano no emite billetes.
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