Así lo declaró el jerarca ruso a medios de prensa a su llegada a la capital libanesa procedente de Damasco, Siria, país que visitó en misión religiosa.
"No actúo como líder político, ni como diplomático o enviado en política, sino como el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa y mi principal preocupación por lo que ocurre en Medio Oriente, es la situación de los cristianos", declaró Kiril.
El Patriarca destacó que Siria desde hace muchos años es un ejemplo de "convivencia pacífica, tranquila, amigable y de interacción entre las comunidades musulmana y cristiana" y que tras lo que sucedió en Egipto e Irak "naturalmente temía” por lo que puede pasar en Siria.
“Somos testigos de la violencia contra los cristianos, del crecimiento de la cristianofobia, de la destrucción de relaciones que no fueron fáciles de configurar y que requirieron mucho tiempo para su construcción", subrayó el Patriarca.
Kiril expresó esperanza de que "nada de lo ocurrido en Egipto e Irak suceda en Siria, en Líbano, ni en ningún otro país, ya sea de Oriente Medio, África del Norte y en general en todo el mundo"
"El tema de las relaciones interreligiosas es muy importante para Rusia. Nosotros formamos un estilo especial de relación entre cristianos ortodoxos y musulmanes que se aprecia en alto. Creemos que sólo la paz entre las religiones puede mantener la paz en nuestro planeta", dijo.
El Patriarca ruso el sábado pasado inició una visita de cuatro días a Siria.
La visita de Kiril en Damasco se desarrollo dentro de los límites del Patriarcado de Antioquía y se trató de la “tercer misión pacificadora” que, como es tradición, el Patriarca recién electo debe hacer a los jefes de otras Iglesias locales ortodoxas en el mundo.
Estas visitas se realizan de acuerdo con la importancia histórica de los primates de las Iglesias locales ortodoxas. En esta lista, en primer lugar está la iglesia de Constantinopla, la segunda, la de Alejandría y la tercera, la de Antioquía.
En Damasco, Kiril, pidió hoy a los habitantes de Siria evitar el derramamiento de sangre y resolver los problemas pendientes mediante el diálogo.
Los cristianos en Siria constituyen un 10% de la población en el país. Los cristianos sirios se consideran a sí mismos como los habitantes autóctonos de la nación, puesto que viven en suelo sirio mucho antes de la llegada de los musulmanes.