El festejo principal, que coincidió con la fiesta del mando de la Virgen, la liturgia divina se ofició en la catedral urbana de Cristo Redentor. Este majestuoso análogo de la catedral de Moscú es el primer templo de la ciudad, construido según todos los cánones del arte ortodoxo. Allí se guarda un iconostasio excepcional, al que llegan a venerar peregrinos de todo el mundo.
El templo de Kaliningrado de Cristo Redentor es una suerte de hermano de la catedral de Moscú. Hasta el momento de su fundación en la ciudad no había una sola iglesia construida dentro del estilo ortodoxo ruso. Los creyentes realizaban sus ceremonias en los templos germanos que heredaron en Kaliningrado de su pasado prusiano. La antigua ciudad fortaleza de Koenisburgo pasó a Rusia después de la Gran Guerra Patria y fue rebautizada Kaliningrado.
La idea de la construcción del templo de Cristo Redentor nació del primado ruso cuando era entonces metropolitano de Smolensk y Kaliningrado. La construcción comenzó en 1995, explicaba en entrevista el padre Mijail Selezniov.
- El suceso mismo de la primera piedra fue inesperado y tomado como un prodigio. En un comienzo las autoridades se resistieron y la ciudad no estaba preparada para la construcción del templo. Al lugar de la primera piedra trajeron una cruz de madera que estuvo allí un año. Y solo después trataron de cavar un foso. En el suelo fueron clavados 1.200 pilotes, y pocos creían que sería construido algún día. Sin embargo, el templo quedó terminado y fue consagrado en 2006.
En ese mismo año al templo fue regalado el iconostasio de la Transfiguración, el único que se conservaba de los iconostasios existentes de ese tipo en aquellos tiempos. Su historia data de unos cuantos siglos y comenzó con la denominada guerra de siete años entre los países europeos, explica el Padre Mijail.
- En el siglo XVIII, cuando en ese territorio se encontraban las tropas rusas fueron creados tres iconostasios parecidos: para Koenisburg, hoy Kaliningrado, para Memel, hoy la ciudad lituana de Klaipeda, y para la fortaleza de Pilau, hoy la ciudad rusa de Baltiisk. Mas tarde, cuando las tropas rusas se alejaron y ese territorio fue entregado de nuevo a Alemania, dos iconostasios desparecieron. Se conservó tan solo aquel que estaba en Memel. Mas tarde fue a dar primero a Suecia y luego a Alemania, donde estuvo guardado cuidadosamente por una comunidad de emigrantes rusos. Y cuando el metropolitano Kirill estuvo de visita oficial en Alemania, los compatriotas decidieron repatriar esa rareza religiosa. La única condición fue que el iconostasio se instalara en un templo de Kaliningrado, porque así estaría no lejos del lugar donde se encontraba en un comienzo.
En los años de la vida nómada por ciudades y países europeos, el iconostasio cobró un estado lamentable. Especialistas de la Galería Tretyakov de Moscú asumieron la tarea de restablecer esa obra de arte. Durante varios años seguidos reconstruyeron esa rareza, la que hoy fue instalada en el templo de la catedral de Kaliningrado, explica el padre Mijail.
- Por una parte el iconostasio está pintado en el estilo occidental con fondo celeste y rostros no canónicos. Todo esto es ajeno a los cánones ortodoxos. Por otra parte, es nuestro recuerdo, que une el hilo de nuestra historia. Unos proponían entregarlo a un museo, otros, por el contrario, se alegran que ocupe su lugar en el templo. La gente a cualquier hora acude hasta él a rezarle o simplemente para apreciarlo.
Creado en sus días como un iconostasio provisional hace ya tres siglos que cumple con su misión religiosa y cultural. En los años de la existencia fue venerado tanto por zares como por la gente de a pie. La voz viva de la historia lejana que sufriera pruebas difíciles, el iconostasio de Memel continúa cumpliendo con su misión en la Iglesia.